El masaje tailandes

El Masaje Tailandés o thái tiene sus raíces en el sistema indio del Yoga y el Ayurveda. La leyenda cuenta que lo desarrollo el medico indio Jivaka Kumar, cuya vida viene detallada en las escrituras Budistas. Los tailandeses lo consideran el padre del Masaje Tradicional Tailandés.
Hace unos 2000 años esta técnica corporal llegó a Tailandia desde India junto con el Budismo.

El Masaje Tradicional Tailandés con su multitud de técnicas, presiones, estiramientos… libera bloqueos a todos los niveles, recuperando el equilibrio natural del organismo, dándole  salud y bienestar.

El Masaje Tradicional Tailandés siempre ha estado muy unido con las prácticas Budistas de meditación. Un buen masajista practica a diario algún tipo de meditación, y mediante el masaje comparte los beneficios de la meditación con sus pacientes.

 El masaje mejora el esquema corporal, la respiración, la circulación, los procesos digestivos y aumenta la flexibilidad. La musculatura es estirada, los órganos internos estimulados, y la tensión nerviosa y emocional reducida.
A menudo se experimenta una profunda sensación de paz durante y después del masaje. Uno de los usos más destacados es para prevenir problemas de salud.
Las enfermedades se manifiestan primero a nivel energético y se pueden tratar ahí a ese nivel antes de que se manifieste a nivel físico.

 Su aplicación se hace con ropa cómoda y amplia, tanto por parte del masajista como del masajeado, no hay un contacto directo.          No existe el aceite ni fricciones, ni amasados… es un concepto distinto al masaje como lo entendemos El masaje tailandés o thai consiste principalmente en presiones, estiramientos con manos, antebrazos, brazos y pies del masajista por todo el cuerpo del masajeado, buscando movilizaciones y posturas yoguitas, acompañadas de un ritmo respiratorio.

Un concepto distinto de masaje, fácil, eficaz y muy relajante.

EL MASAJISTA . Profesional olvidado.

 Hoy en día en nuestro país la formación y aprendizaje del masajista, se imparte en distintas escuelas e institutos de índole privado.

 En España, la formación del masajista no tiene el reconocimiento ni  tan siquiera el estatus de formación profesional, porque no existe una regulación legal de los estudios a nivel nacional. Pero hay que dejar muy claro que a nivel fiscal esta muy regulado. Un masajista paga sus impuestos como profesional, pero no están reconocidos sus estudios como profesionales, incluso voy más allá, tiene responsabilidad legal, tiene que cumplir con sus obligaciones como profesional.

Los colegios de fisioterapeutas españoles intentan "absorber" al masaje como propio y de exclusivo ejercicio del fisioterapeuta. Tachando e increpando en muchas ocasiones a los quiromasajistas como intrusos y oportunistas en su trabajo.

Una profesión, infravalorada y tratada con muy poco tacto en este país, por universidades, médicos, fisioterapeutas, administraciones públicas, políticos..

Este artículo es mi más sincero homenaje  a todos los quiromasajistas, masajistas y terapeutas manuales,  mis compañeros, que con su preparación y trabajo, hacen hoy  del masaje, una profesión.