Muchas
veces debemos parar en nuestra locura de vida, pararnos y mirar todo aquello
que hemos sembrado, que hemos dado y… también lo que hemos recibido.
Estoy
muy agradecido por poder aquello que me gusta y por lo que siento pasión… donde
cada día, cada nuevo masaje es una nueva oportunidad para crecer, aprender y
dar lo mejor de uno mismo, y ese es mi Don, mi virtud y a veces mi maldición,
cuando no se valora mi trabajo y dedicación…
GRACIAS….
De un masajista, profesional y sobre todo persona.
Jesús
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