Cómo no, viene de oriente, algo exótico y a la vez muy novedoso, marcando
tendencia en los centros de estética y spas.
Son los globos de hielo, son unos globos o esferas hechas con acero inoxidable
o vidrio, herméticas con agua dentro.
Una vez congelada el agua de su
interior, estos globos se aplican en el rostro, masajeándolo suavemente.
El masaje helado consigue
enfriar los vasos sanguíneos, lo que permite que el cuerpo bombee más sangre y
nos ayuda a conseguir una piel más fresca, tersa y joven.
Con los masajes con globos de
hielo producen se consigue una piel tensa y rellena, reduce del tamaño de los
poros, mejora la circulación sanguínea, dando brillo al rostro.
Estos globos de hielo despiertan instantáneamente la piel, estimulando la
microcirculación y reduciendo la hinchazón y la inflamación.
Se pueden utilizarse solos con
técnicas de masaje, o con productos naturales, como aceites, cremas, bálsamos o
esencias ayudan a una mejor absorción por la piel.
Evita y ayuda a la eliminación de tejido graso periocular o las famosas bolsas debajo de los ojos.
Los globos de frío se puede
combinar muy bien con el masaje Kobido.
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