Muchas compañeras y en menor grado compañeros del
mundo del masaje, se ven de vez en cuando, en momentos y situaciones incómodas,
entre ellas esta al orden del día el acoso en su profesión por parte de los
clientes.
La masajista o masajista se encuentre con
proposiciones sexuales, insinuaciones, tocamientos, gemidos y un sinfín de
indirectas y gestos obscenos donde el profesional se siente indignado y a veces
desamparado, ya que siempre está el miedo a la denuncia por parte del masajeado
al no acceder a sus propuestas.
He conocido a lo largo de mi profesión muchas
compañeras, que sencillamente han tenido que abandonar la profesión, por estos
motivos.
Mi reflexión y mi denuncia por parte de esta entrada a
mi blog, es explicar y dar conocimiento de esto hecho, donde se pone nuestra
profesión en entredicho.
NUNCA comparar el masaje como herramienta terapéutica
y de bienestar con los masajes en el ámbito de una prostitución encubierta y disfraza de ¨centro de masajes¨.
El masaje es un arte y cómo tal se debe de aceptar y
defender.
Esté post dedicado a todos y todas mis compañeros y
compañeras que hacen del masaje algo sublime.