Parece que hablar del aceite en el masaje es algo bastante
obvio, es una pareja prácticamente indivisible.
La principal función del aceite en el
masaje, es lubricar la piel y poder así deslizar con fluidez y naturalidad las
manos del masajista sobre el cuerpo del masajeado. Pero esta no es sólo su
utilidad, muchos masajes ven reforzado su eficacia con el empleo de un aceite
en concreto y a través de este poder dar un completo que en muchas ocasiones se
convierten en parte del masaje. El aceite el aplicarlo sobre la piel tiene múltiples
propiedades entre ellas
- Hidratar
y nutrir la piel
- Mejorar
la elasticidad
- Luchar
contra la celulitis
- Aliviar el
dolor, relajar los músculos
- Calmar
el nerviosismo, ayudar a conciliar el sueño
- Aliviar las
tensiones
- Ayudar
a la recuperación muscular
Dependiendo del tipo de masaje y de la persona
masajeada, se puede aplicar uno u otro aceite, siendo personalmente muy amigo
de aceites naturales de origen vegetal por sus maravillosos beneficios… aceite
de oliva, de almendras, de girasol, de avellanas, de aguacate, de pepita de uva…
son sólo unos ejemplos de los innumerables aceites de los que disponemos, cada
uno de ellos con sus propias características, propiedades y personalidad.
Aceite y Masaje amigos inseperables.
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