Nuestro rostro refleja lo que ocurre en nuestro interior. En él se van
esculpiendo no solo las cosas que nos suceden, sino también todo lo que
pensamos y vemos. Este es una imagen del mundo que hemos y estamos vivido y que
han vivido nuestros ancestros.
Es un trabajo muy interiorizante, donde se mezclan técnicas de masaje
relajante y digitopuntura con el fin de equilibrar la energía interior, liberar
las tensiones de nuestro día a día y las cargas relacionadas a problemas de
comunicación verbal, las creencias o la parte moral que nos agobian y al
excesivo estrés y ansiedad.
Los resultados son muy
beneficiosos e increíbles. Un enfoque innovador y cada vez más maravilloso del
masaje… tocando el alma con las manos….
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