El masaje egipcio,
practica milenaria, se utiliza con varios fines, entre ellos como terapia física, para tratar
adherencias, tensiones y lesiones musculares. Su otra utilización es como
método sanador para el equilibrio y la armonía espiritual y emocional. A esto
hay que añadir toda la magia y misticismo de esta fascinante civilización…
Donde nos han dejado cientos de escritos y dibujos con referencias a los
masajes, esencias, aceites y arcillas.
El masaje era entendido
como un ritual mágico, acompañado de unas pautas muy elaboradas para
transformar el masaje en un momento único e inigualable.
Los escritos cuentan que
utilizaban, dependiendo de la época, varios tipos de aceite base, siendo el de
almendras y germen de trigos las más utilizadas… y como esencias la de nardo,
mirra y sándalo las más utilizadas y codiciadas.
Era un masaje algo más
que terapia física, era masaje
espiritual donde se depura y drena algo más tóxicos de nuestro cuerpo.
Hoy en día se ofertan
cursos de masaje y sesiones de masaje
egipcio, basado en los pocos conocimientos que nos han llegado de un momento y
lugar donde tal vez el masaje empezó a madurar como algo realmente fascinante.
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