Hoy os presento un poema dedicado a las manos.
Como dijo Da Vinci ¨La mano
es la herramienta de las herramientas¨
Dice así:
Hay
manos que sienten, hay manos que
avanzan seguras y firmes, calmando el dolor
ajustando un hueso, relajando un músculo,
dejando flexible la articulación.
Hay manos que vibran, serenas y fuertes
con un magnetismo de suave temblor
sanando un tejido, despertando un nervio
vendando un esguince, frotando un tendón…
con la maestría del que tiene un don;
hacer llevaderos -por rudos que sean-
espasmo y angustia, insomnio y tensión.
Manos que adivinan en donde nos duele
y saben tocarnos con gracia y unción;
aqui se detienen, alla se prodigan,
con ritmo sedante cual una oración.
Desprenden efluvios de luz bienhechora
y dejan sus huellas mensajes de amor…
y acuñan e irradian el arte de Hipócrates,
la luz de avicenta, la magia del sol
!Si alguno descubre las manos que digo,
¡Bendigalos siempre con honda ilusión!
porque transfiguran nuestra carne herida,
¡y curan, a veces, hasta el corazón!
avanzan seguras y firmes, calmando el dolor
ajustando un hueso, relajando un músculo,
dejando flexible la articulación.
Hay manos que vibran, serenas y fuertes
con un magnetismo de suave temblor
sanando un tejido, despertando un nervio
vendando un esguince, frotando un tendón…
con la maestría del que tiene un don;
hacer llevaderos -por rudos que sean-
espasmo y angustia, insomnio y tensión.
Manos que adivinan en donde nos duele
y saben tocarnos con gracia y unción;
aqui se detienen, alla se prodigan,
con ritmo sedante cual una oración.
Desprenden efluvios de luz bienhechora
y dejan sus huellas mensajes de amor…
y acuñan e irradian el arte de Hipócrates,
la luz de avicenta, la magia del sol
!Si alguno descubre las manos que digo,
¡Bendigalos siempre con honda ilusión!
porque transfiguran nuestra carne herida,
¡y curan, a veces, hasta el corazón!
Rogelio
Garrido Montaña